A 105 años del nacimiento de José Basso.

 

Músico, pianista, director y compositor.

José Hipólito Basso nació en Pergamino, provincia de Buenos Aires, el jueves 30 de enero de 1919. Estudió música desde los cinco años de edad con la profesora Margarita Solano, en Vicente López. Ya radicado en Buenos Aires, comenzó a actuar como pianista en 1932 en el balneario de Olivos con Juan Sánchez Gorio (bandoneón) y Emilio González (violín).

Como profesional integró sucesivamente las orquestas de Alberto Cima, en 1935; de Emilio y José De Caro, en 1936 tomando el lugar de Héctor Grané; de Francisco Grillo, en 1937, y de José Tinelli en 1938. Una vez cumplido el servicio militar, formó parte del trío Gallardo-Ayala-Basso, pasando luego a tocar en los conjuntos de Antonio Bonavena, Anselmo Aieta y Alberto Soifer; con este último desde el Teatro Casino en el programa Ronda de Ases, de Radio El Mundo.

En 1943, al desvincularse Orlando Goñi de la orquesta de Aníbal Troilo, fue requerido por éste para desempeñarse como pianista titular, sobresaliendo su tarea de conducción y de solos en muchas de las realizaciones grabadas por "Pichuco" para los discos Victor; El africano, Recuerdos cíe bohemia y Color de rosa, entre ellas.

En 1947 resolvió formar su propia orquesta que presentó por Radio Belgrano, dancing Ocean y café Marzotto, de la calle Corrientes, con los vocalistas Ricardo Ruiz y Ortega del Cerro. Su primer disco Odeón, en 1949, fue Claveles blancos y El bulín de la calle Ayacucho. La base de su modalidad fue troiliana, si bien paulatinamente su conjunto fue cobrando una fisonomía propia, de incuestionable calidad en arreglos como Se han sentado las carretas, Guardia vieja, El estagiario y toda la serie de tangos avanzados de Astor Piazzolla: Para lucirse, Prepárense, Triunfal, Contratiempo, entre 1950 y 1955, realizaciones éstas grabadas para discos Odeón. Su estilo, caracterizado por la brillantez sonora, la sucesión de solos encadenados y sobremanera los pasajes en tuttis de piano y orquesta de división rítmica muy peculiar, con broches invariablemente rallentados, esquematizó un tanto sus versiones en los últimos tiempos sobre la base de largos coros de cuerda sobreaguda. Fue sin embargo, uno de los intérpretes que mantuvo su actuación permanente, incluso en los más desalentadores momentos de la década del cincuenta.

Con distintos vocalistas —Oscar Ferrari, Francisco Fiorentino, Jorge Durán, Rodolfo Galé, Alfredo Belusi, Héctor de Rosas, Roberto Florio, Oscar Rossi, Marcelo Biondini, Alberto Hidalgo y particularmente con Floreal Ruiz, de larga labor en su agrupación—logró calificados trabajos de tango cantable, Anteayer, Claveles blancos, La maleva, Por la vuelta, Vieja amiga, Se marchita un clavel entre ellos, grabados para los sellos Odeón y Music Hall, señalándose también en su repertorio instrumental las interpretaciones de Guardia vieja, De mi corazón, Don Juan, Amurado y El llorón. Compuso, entre otras páginas los tangos Amor y tango, El pasado vuelve, Rosicler, Pena, copa y tango, Qué vas buscando muñeca, Me están sobrando las penas, entre los cantables y entre los instrumentales 11 y 1 —dedicado al Club Boca Juniors—, Brazo de oro, De diez, siete, y la milonga Sacale punta al lápiz. Fallecio el sábado 14 de agosto de 1993.