Músico, bandoneonista, director, compositor, autor y maestro de bandoneón. |
Ricardo Luis Brignolo, apodado "La nena", aprendió bandoneón con Genaro Spósito, quien en 1913 le dejó su plaza de ejecutante junto a Roberto Firpo. Durante 1914 formó su primer conjunto propio con Ricardo Irulegui (piano) y Pascual Gnochi (violín) para actuar en las temporadas de los años 1914 y 1915 en el café El Caburé, de la calle Entre Ríos y en la Olla Popular de la calle Sarmiento. Sucedió a Arolas en el Café de Cozzolino, del puerto de Montevideo. De regreso a Buenos Aires tocó luego en otro terceto con Rafael Tuegols (violín) y Luis Ricardi (piano). Con Guido, Maffia, Minervini, D'Abraccio, De Leone, Primiani, Orlando y Bianchi, integró la numerosa fila de bandoneones de la primera orquesta de Julio De Caro para los bailes de carnaval del Teatro San Martín. Posteriormente se dedicó a la conducción de su propia orques-ta la cual en 1929, fue contratada por la casa Brunswick para la grabación de discos fonográficos. Todos sus conjuntos, incluso aquellos que dirigió en torno de 1940, se ajustaron a un estilo interpretativo de concepción extremadamente elemental y desprovista de todo atractivo musical. Los mejores méritos de su trayectoria estuvieron referidos a la composición, en la que descolló con su clásico Chiqué, tango de tipo orquestal dado a conocer en 1920.
Compuso además, Siga el corso (el primero, de 1915), Cadillac 2899, Imploración,Boquense, Así te quiero pebeta, Encantado de la vida. Como letrista alcanzó popularidad con los tangos Intimas —música del pianista Alfonso Lacueva—, Tus besos (con Pedro Maffia), La alondra. Escribió también un Método Completo para Bandoneón, editado por don Alfredo Perrotti, el cual dedicó a Minotto, Marcucci y Maffia, y un volumen con ejercicios para alumnos aventajados. Falleció el 26 de marzo de 1953.
Nota sobre el apodo “La Nena” : Al pobre Ricardo Brignolo le decían "La nena", no es un apodo que me gustaría tener. Y todo vino por culpa de una foto que le habían tomado a Brignolo cuando tenía unos siete u ocho años. Fue en un carnaval donde junto a dos amiguitos estaba disfrazado de gauchito y como era costumbre en la época el corte de pelo que se le hacía a los varoncitos llevaba flequillo y cierta melena que le tapaba las orejas. Cuando, muchos años más tarde, un amigo vio esa foto exclamó: "¡Parece una nena!" y así le quedó. Algunos afirman que en realidad proviene del hecho de que era lampiño.
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